El compromiso cívico

V. R.

Enric Valor no es una figura política. No difundió ideología en sus textos. Se comprometió con los diferentes sectores del nacionalismo valenciano aunque desde una vertiente cívica, cultural. Fue presidente honorífico del Bloc de Progrés Jaume I. Su único mensaje fue siempre el mismo: defender la lengua valenciana, difundirla. Un compromiso político, es cierto, pero cuando la política es sinónimo de progreso de civismo, desarrollo y respeto cultural e identitario. Su nombre, pese a todo, ha ido ligado en los últimos tiempos ha conflictos políticos que, en ningún caso, lo fueron por voluntad propia. Casi siempre por la negativa de los sectores más recalcitrantes de la sociedad valenciana a reconocer su figura en el ámbito institucional.

Sólo en los últimos meses de su vida encontró de forma puntual el respaldo unánime de todas las fuerzas políticas, excepto Unión Valenciana, cuando la Diputación de Valencia y la de Castellón aprobaran con los votos también del Partido Popular elevar al Consell Valencià de Cultura una instancia para que propusiera al lexicógrafo para el premio Nobel.

Un reconocimiento que le llegó también de la Universidad Politécnica hace menos un mes, con su investidura como Doctor Honoris Causa. Ya lo era por la Universitat de València, la de Castellón y Alicante. Incluso por la de Baleares. Qué paradoja: una universidad valenciana tras otra balear en el orden cronológico a la hora de reconocer al escritor. Y no sin la resistencia no reconocida del equipo rectoral.

El primer escollo que encontraron aquellos que quisieron poner su figura al nivel que se merecía en la institución de mayor representatividad de los valencianos, las Cortes, lo escenificaron los populares, cuando en noviembre de 1996 negaron la posibilidad de que la Cámara autonómica exigiera al Consell la Distinción al Mérito Cultural. También se pidió una calle en Valencia pero el consistorio no acogió la propuesta.

El PP sólo ha girado tímidamente su actitud una vez consumado el hundimiento de Unión Valenciana y la desaparición del poder coactivo de alguna plumas. Los populares tienen el mérito de haber negado al escritor de les Rondalles que cediera su nombre a un instituto, el de su localidad natal, Castalla. El PP del ayuntamiento se negó; también dos consellers, Francisco Camps y Manuel Tarancón. El PP, a pesar de todo ello, desde la Conselleria de Cultura, dio el visto bueno para que el instituto de Pego llevara su nombre (febrero de 1999), y para que la Escuela Permanente de Adultos de Xirivella (1999) estuviera dedicada al escritor.

Valor ha recibido múltiples homenajes en los últimos años. De colectivos cívicos, en colegios, en institutos, en teatros. Un 25 d´Abril se conmemoró en su honor, el de 1998. Miles de personas le rindieron tributo en la plaza de toros de Valencia.


Titular anterior :
La memoria de la tierra Siguiente titular :Tot un escriptor
© Levante. El Mercantil Valenciano. Traginers, 7 - 46014 VALENCIA
informacion.levante@sicon.net - webmaster.levante@sicon.net - publicidad.levante@sicon.net